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domingo, 17 de marzo de 2013

Berta Soler: «Lo que anhelamos es unos comicios libres»



Berta Soler: «Lo que anhelamos es unos comicios libres»

Patricia Villarruel | MADRID

Entrevista: Líder de las Damas de Blanco
No ha transcurrido ni un mes desde la última vez que Berta Soler, líder de la Asociación Damas de Blanco, pisó un calabozo. Ocurrió el 24 de febrero, después de asistir a una liturgia. Durante cinco horas permaneció encerrada. Sin explicaciones. En el régimen castrista nadie da explicaciones. Ser víctima de detenciones arbitrarias se ha convertido en moneda corriente para esta mujer, de piel de ébano y traje níveo, que desde hace poco más de un año está al frente del grupo disidente conformado por las esposas de los presos políticos y que surgió al calor de la Primavera Negra, que hace diez años, en marzo del 2003, llevó a la cárcel a 75 disidentes. Tras la reforma migratoria consiguió salir de Cuba. A sus 50 años. Escogió Madrid como primera parada, para elevar su voz de denuncia. ¿Teme que esta sea su primera y última salida de la isla? No. Voy a cumplir 50 años y nunca había salido de Cuba. No me lo creía y hasta tuve que pellizcarme, pero he tenido la posibilidad de hacerlo, no por un buen gesto o por voluntad del gobierno. No ha cambiado nada, ni por las reformas. Estoy aquí por las presiones políticas internacionales. Si no puedo salir después, no importa. Esta vez ya pude llegar a Europa. Simpatizantes castristas están dispuestos a boicotear su visita... Dos días antes de salir me dijeron: “Te tienen preparado un acto de repudio”. ¡Pues que vengan! Estoy preparada. He tenido cientos y he dado la respuesta que se merecen. Si sucede aquí, en España, estamos en un país donde hay democracia y libertades; las personas tienen derecho a repudiar al que no quieren. En Cuba no podemos; ni siquiera si se trata de acciones de apoyo. En marzo del 2012, cuando llegó (el entonces papa) Benedicto XVI a Cuba, pasamos 16 horas en el calabozo solo por querer participar en las misas. ¿Han barajado la posibilidad de llevar sus reivindicaciones a instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)? Sí. Nuestra lucha es pacífica, abogamos por la libertad de los presos políticos y pedimos el respeto de los derechos humanos. En el mundo se lucha porque no haya más violencia contra las mujeres y el régimen castrista practica cada día más violencia contra la mujer en la vía pública. La represión se ha recrudecido. Nos escupen, nos arañan, terminamos con los brazos fracturados a manos de la policía política, la policía uniformada. Cuba está necesitada de libertad y la libertad depende de cubanos, pero buscamos la solidaridad. Después de la muerte de Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, hace un año y cinco meses, ¿en qué estadio se encuentra la organización? Fue una pérdida que no esperábamos, pero el dedo acusador sigue apuntando al gobierno. Tras su partida, nos hemos organizado y ganado más disciplina. Tenemos que reivindicar el legado de Laura, una mujer inteligente, audaz, con principios. Cuando falleció éramos entre 100 y 110 mujeres. El 2012 cerró con 118. Ahora sumamos más de 225, porque muchas están a prueba. ¿Qué tipo de prueba deben superar para ser una Dama de Blanco? La mujer no puede ser violenta, debe vestir ropa blanca, no tiene que usar consignas, no responder a provocaciones, no usar carteles, ni hablar o desacreditar a ningún hermano de la oposición. Cuando estas mujeres se comprometen a cumplir esas reglas, lo firman por escrito y tienen que estar a prueba tres meses. Si cometen alguna indisciplina, pueden ser separadas de manera temporal o para siempre. ¿Qué sostiene al régimen castrista? El gobierno de Venezuela es el que alimenta al régimen para que pueda reprimir. Los 100.000 barriles de petróleo que llegan a diario no ayudan a la población. Sirven para que el gobierno los use con su maquinaria represiva, para llenar los tanques de la policía política y uniformada para que reprima a la disidencia. Las ambulancias, en cambio, están paradas. Utiliza ese petróleo para mantenerse en el poder. Si le dan ayuda, tendrían que exigirle que vaya al pueblo. Y tras la muerte de Hugo Chávez... No nos alegramos de su muerte, pero tampoco tenemos de qué lamentarnos. Si gana Nicolás Maduro, va a ser la misma historia de Chávez. Él estuvo mucho en Cuba, en la última operación de Chávez, y los Castro lo entrenaron para su conveniencia. A ellos son los únicos que les preocupa si gana o no Maduro. ¿Hay alternativas al régimen castrista, existen políticos preparados para asumir el poder? El castrismo está muy viejo y lo más probable es que cuando Raúl no pueda gobernar, deje el poder en manos de un familiar. No hay políticos preparados. En la disidencia pudiera salir alguien que asuma esto o a lo mejor no. Lo que anhelamos y por lo que luchamos es por unos comicios libres para elegir al presidente de Cuba, por eso decimos: Cuba sí, Castro no. Ecuador ha recibido en los últimos años un importante número de migrantes cubanos. ¿Cree que esto se va a incrementar tras la reforma? Es posible, pero sería mejor que pudieran concientizarse y unirse a la disidencia interna para poder lograr pacíficamente, en una lucha no violenta, los cambios que se necesitan en el país. En Europa se habla de un cambio en Cuba, de una mayor apertura... En Cuba no hay cambio; lo que hay son cambios cosméticos. Las reformas migratorias o económicas son reformillas porque no resuelven los problemas. Usted ha podido viajar a Europa gracias a la reforma migratoria... El pueblo no busca solo salir y no todos pueden hacerlo. Hay varios disidentes a los que se les impide viajar porque están en una lista de contrarrevolucionarios. Tienen pasaporte, pero se mantienen los filtros para seleccionar quién puede salir del país. Y si estoy aquí es porque mi viaje lo pagan mis hermanos, los exiliados cubanos. Yo no tengo plata. Cualquier cubano puede comprarse un pasaporte, pero con qué dinero va a poder pagarse un billete. ¿Cómo define la situación actual del pueblo cubano? Está sumido en la miseria absoluta. En diez o quince años, La Habana se cae. Está llena de basura. El hospital Elcira García es para sacarles dinero a los extranjeros; el otro, militar, es para personas como Chávez; el resto son un asco. Todos los presos, no solo los políticos, están hacinados en las cárceles. El pueblo pide limosna en las calles. Para los negros no hay oportunidades. ¿Usted puede trabajar? Soy técnico en Microbiología. Trabajé de 1981 hasta el 2009 en un hospital. Yo investigaba las bacterias que afectaban a los neonatos, pero pedí la baja porque los militantes del Partido Comunista de Cuba, mis propios compañeros, me vigilaban, intentaban boicotear mi trabajo para que me expulsaran. Ganaba 225 pesos (unos 10 dólares). Preferí irme a vivir vigilada y perseguida. ¿Y cómo subsiste? Tengo que darles las gracias a los hermanos exiliados. No es una cosa fija, pero nos hacen llegar una ayuda que entra por Western Union. El gobierno cubano dice que es dinero sucio, se queda con una parte y, luego, nos da el resto. ¿Cuáles son los momentos de mayor represión que recuerda? En abril del 2010, el gobierno cubano se dedicó durante tres domingos consecutivos a organizar actos de repudio. Son turbas paramilitares, organizadas y financiadas por el régimen e integradas por la Federación de Mujeres Cubanas o el Partido Comunista. Nos montaban en un ómnibus, nos llevaban al parque Gandhi que está al lado de la iglesia Santa Rita de Casia, tomaban agua y luego la escupían sobre nosotras. Hacían sonar cazuelas en nuestros oídos para reventarnos los tímpanos. Fueron siete horas de agresiones y abuso físico. Hasta el cardenal Jaime Ortega alzó su voz para que Raúl Castro parara la represión. Nos han botado en la playa, amarrado y rastrillado pistolas con la tentativa de dispararnos. ¿No es esto terrorismo de Estado? Perfil: Berta Soler Fernández Nacimiento Cuba, 1964. Formación Es técnica en Microbiología. Trabajó durante 28 años en un hospital de La Habana. Trayectoria Se convirtió en líder de la Asociación Damas de Blanco después del fallecimiento de su fundadora, Laura Pollán, el 14 de octubre del 2011. Está casada con Ángel Moya, quien fue detenido en la llamada Primavera Negra. TOMADO DEL BLOG DE ZOE VALDES

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